Elementos para la reflexión.
El texto que aquí se expone y
en el que comentaremos algunos elementos cruciales para incitar debate y
fundamentalmente ofrecer información, se debe al autor Eduardo Rojo Torrecilla.
La importancia de exponer ideas básicas sobre el derecho de huelga en
el blog se la da nuestra actualidad; es decir, absorbidos por la controversia
social, política, económica y cultural que vive actualmente los ciudadanos de
este país es más que suficiente para delegar esta entrada al derecho de huelga.
Se parte de la inexistencia de un concepto homogéneo de huelga. Cierto
es que la mayoría de ciudadanos tiene una idea bastante aproximada sobre lo que
sugiere el concepto de huelga, pero ello no basta. Es necesario dar respuesta a
todos aquellos que tienen un interés más concreto sobre la huelga y sus
aproximaciones.
El texto elegido, es de fácil
comprensión y ameno para su lectura, antes de comenzar a reflexionar sobre él,
os invitamos a que los usuarios del blog, los interesados o los cibergnautas, quienes
quieran, se animen a leer el texto.
Comenzando por una aproximación a la definición de huelga, el autor
deja claro su complejidad; ya que las realidades y condicionamientos jurídicos,
sociales y económicos de cada país son sustancialmente distintos. Se aceptan
unas ideas muy generales que se deben amoldar en atención a cada realidad
político-social.
“Es a través de la huelga donde
los trabajadores defienden sus intereses y tratan de restablecer el equilibrio
de las condiciones económicas con los empleadores. Esto además puede condicionar la acción del Estado en su actividad
político-social. La clase trabajadora
autotutela sus interese en todos los ámbitos de la vida social, yendo más lejos
de la esfera limitada de las relaciones de trabajo”. Cita, E. Rojo
Torrecilla, pag:17.
Es merecido saber la gran utilidad del uso de la huelga como
herramienta de cambio, un cambio fundamentalmente social. Es en él donde los
individuos experimentan y comparten desde su vivencia personal las
transformaciones que como poco, se posan en la conciencia individual. El autor
define el concepto de huelga del siguiente modo: como un cese colectivo y concertado del trabajo, total o parcial,
realizado por una colectividad de trabajadores para presionar a una contraparte
en defensa de sus reivindicaciones.
Bien sabemos que la huelga es la forma más concreta de exteriorización
sobre el conflicto laboral, que a su vez se puede añadir, por su evolución en
la historia, la forma más concreta de exteriorización sobre el conflicto entre
distintas clases sociales con la finalidad de hacer justicia a partes iguales.
El autor trata el conflicto
laboral desde las implicaciones de carácter histórico, económico y sociológico.
En lo histórico, la huelga se concibe como motor de cambio social, en un
principio considerado como un fenómeno “anormal” que debía ser reprimido y
sancionado penalmente, a ser considerado un derecho constitucional. En su
implicación de carácter económico se trata de valorar los costes para los
huelguistas, lo que repercute para ellos, y para la empresa en la posible
pérdida de clientela. Y en lo sociológico como
posible momento de recuperación de la dignidad e identidad colectiva de los
huelguistas, en contraposición al carácter cada vez más individualizado de las
relaciones de trabajo. Pág: 11.
Aquí vamos a tratar el conflicto laboral desde una aproximación
sociológica. La huelga es
fundamentalmente un medio de presión
utilizado por los trabajadores para defender sus intereses frente a empresarios
y/o poderes públicos. Pag: 16. Pero lleva a canales de manifestación de
otras tensiones subyacentes en las relaciones laborales, la huelga puede
suponer “la emergencia de nuevas
relaciones sociales y expresión de una cultura que los trabajadores se
apropian” al tiempo puede convertirse en un instrumento de progreso y
transformación social… que permite a la colectividad obrera sacudir su complejo
de inferioridad con respecto a la patronal y dar a los trabajadores un nuevo
sentido de su dignidad. La etapa durante la cual se desarrolla el movimiento
huelguístico puede ser “un momento
privilegiado de conocimiento y de redescubrimiento recíproco de los problemas”,
significa la “recuperación de la
libertad”. Cita, E. Rojo Torrecilla, pag: 16.
La importancia de una resolución derivada de la huelga, o, un
resultado desfavorable de ésta, conlleva a importantes transformaciones tanto
en el núcleo empresarial como en el núcleo social. El empleo forma el 80 % de
importancia en la vida de cada individuo, es en éste donde se encuentra una
importante parte de las relaciones sociales, además de ser la fuente de
ingresos que nos lleva a (con un tiempo inferior respecto al tiempo dedicado al
trabajo) realizar determinadas actividades de ocio de las cuales nos
caracteriza en una determinada clase social. Es a través de la fuente de
ingresos con la que se hace posible vivir de una determinada manera, y es a
través del trabajo con la que el individuo en gran medida se siente realizado.
Como seguramente se pensaba desde un principio al leer esta entrada,
no es de extrañar que una señal de cambio que perjudique al empleado remueva a
toda una plantilla para luchar por un beneficio justo. La problemática no es el
derecho a hacer huelga, sino como se interpreta esa huelga.
En aquellas sociedades con democracia consolidada y con una influencia
importante del movimiento sindical, cada parte es consciente de sus
posibilidades, sus objetivos y límites de la acción. Generalmente en estas
sociedades el conflicto tiene una influencia positiva tanto para los
trabajadores como para la propia sociedad. Ejemplo de estos países, España no,
por supuesto. Alemania o Países Nórdicos sí.
Es favorable y necesario los movimientos reivindicativos utilizados
para obtener cambios en la sociedad en la que se vive y apaciguar tensiones; si
se hace un ejercicio responsable y adecuado de la huelga, es decir, marcándose
unos objetivos bien delimitados, una organización bien estructurada y ordenada,
dirigida adecuadamente y siendo conscientes de cuáles son los límites ésta
tiene mayor capacidad para engendrar una importante transformación política,
social y cultural. Puede significar una fuente de progreso social y de
estabilidad social.
He aquí delinear las últimas líneas con un documento de un organismo
internacional como la OCDE, incluido por el autor en el texto. Se discrepaba
que la ausencia de huelgas en ciertas circunstancias puede no ser favorable: “dado
que el sentimiento de descontento existente entre los trabajadores, en lugar de
manifestarse a través de un conflicto abierto se traduce en un sentimiento de
alineación y de trabajo ineficaz”.