Desde que comenzó, hará ya unos cinco años, la crisis económica, hemos sido testigos de las aprobaciones de las reformas laborales que facilitan el despido y contratar a trabajadores en condiciones laborales cada vez más precarizadas. Hemos visto cómo la edad de la jubilación ha sido retrasada hasta los 67 años, cómo privatizaban la sanidad y duplicaban las matriculas universitarias. Los despidos de a muchos de nuestros conocidos más cercanos y la expulsión de sus casas, desahuciados por las personas que están comercializando con la crisis, beneficiándose de las desgracias de muchas personas.
¿Y los jóvenes?
Fuente: INE
El número de españoles y españolas residentes en el extranjero ha ido creciendo a medida que avanzaba la crisis económica. Según el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (P.E.R.E), perteneciente al INE (Instituto Nacional de Estadística), durante el 2012 el mayor número de personas que han emigrado pertenece al rango de edad de 16-64, con un 65%. Sin embargo, estas cifras no son plenamente representativas puesto que reflejan a los emigrados que no se apuntan en los consulados, que son la mayoría en el caso de los jóvenes. Se estima que cada semana emigran varios miles de jóvenes.
El 91% del empleo destruido en los últimos 4 años es de menores de 35 años, tal y como publica la Encuesta de Población Activa (EPA). El paro juvenil se ha situado en un 55% en la última EPA, siendo el dato de paro juvenil más alto de la Unión Europea. Actualmente, 374.600 jóvenes (hasta los 29 años) con formación superior se encuentran en paro. Pero este perfil no es el único que se repite en el extranjero, también se van jóvenes con otras cualificaciones medias y profesionales.
Los/as jóvenes estamos emigrando a otros países en busca de una oportunidad laboral para poder asegurarse un futuro, aunque generalmente, los trabajos que realizan los/as jóvenes en el extranjero también se encuentran caracterizados por la precariedad.
A pesar de esto, el gobierno, la CEOE y los medios de comunicación han frivolizado la situaciación hasta llegar al punto de crear una imagen que NADA tiene que ver con la realidad. Por ello, la organización Juventud Sin Futuro está llevando a cabo una iniciativa que denuncia la situación de exilio forzoso de la juventud precaria: No Nos Vamos Nos Echan. Porque no se emigra por gusto, sino por obligación.
FUENTES
- Instituto Nacional de Estadística: http://www.ine.es/
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